La función de la corrección es pulir el texto respetando su estilo, realizando las correcciones estrictamente necesarias para mejorar la lectura de tu obra y resaltar sus cualidades sin alterar su esencia.

La corrección de los textos antes de maquetarlos es necesaria porque al escritor, sumergido en la escritura de su libro y después de haber trabajado en su redacción durante mucho tiempo, determinados errores o incongruencias se le pasan por alto al haber perdido la perspectiva.

La corrección es una revisión final que pule el estilo y detecta posibles errores ortográficos, gramaticales o de sintaxis. El corrector revisará los tiempos verbales impropios, la falta de concordancia, la sintaxis confusa, las redundancias, el uso inapropiado de los gerundios, el abuso de adjetivos, las aliteraciones, la puntuación, los barbarismos, entre otras cosas, para pulir esos detalles que a ti se te han escapado y que, una vez corregidos, mejorarán mucho la lectura de tu libro.